Repostar hidrógeno: viajes respetuosos con el clima gracias al hidrógeno verde

El hidrógeno como combustible alternativo ya es apto para el uso cotidiano. Especialmente en el ámbito del transporte pesado de mercancías - para camiones y autobuses. En nuestro depósito, el hidrógeno puede repostarse en forma gaseosa a 350 bares (camiones, autobuses), 700 bares y 500 bares (turismos, recolectores de residuos, vehículos comerciales ligeros).

Buenas razones a favor del hidrógeno

Las empresas se enfrentan hoy al reto de descarbonizar sus flotas para alcanzar los objetivos climáticos y de sostenibilidad. El hidrógeno ofrece una solución práctica para ello: permite una movilidad respetuosa con el clima sin cambiar los procesos operativos habituales. Gracias a su sencillo repostaje y a su gran autonomía, los camiones y autobuses pueden utilizarse como de costumbre.

Ventajas del hidrógeno

Conducir sin emisiones

Al conducir un vehículo de hidrógeno prácticamente no se emiten emisiones de CO2. Todo lo que se libera es agua evaporada.

Tiempos de repostaje cortos

Un camión de hidrógeno se llena en menos de 15 minutos. Esto permite un uso flexible incluso en trayectos más largos.

Alcances estables

Dependiendo del tamaño del tanque y del tipo de vehículo, un vehículo puede recorrer hasta 800 km sin que la temperatura exterior afecte el rendimiento.

Alta densidad energética

El hidrógeno almacena mucha energía en un espacio reducido. Esto lo hace especialmente atractivo para su uso en el transporte público y la logística (autobuses y camiones).

Conservador de recursos

En comparación con los camiones eléctricos a batería, los camiones de hidrógeno son casi 3 toneladas más ligeros. Su construcción requiere significativamente menos materiales adicionales.

Infraestructura pública

Para las empresas de logística y transporte, repostar en una estación de hidrógeno pública no implica costos de inversión ni de mantenimiento para operar su propia estación de servicio.

Preguntas frecuentes sobre el hidrógeno

La única diferencia notable es el estado de agregación: se reposta como gas, no como líquido. Por lo demás, el hidrógeno se reposta casi exactamente igual que la gasolina: el cliente se acerca a una gasolinera pública, abre la tapa del depósito, enchufa la boquilla y pulsa el botón de arranque.

  • Larga autonomía: Al igual que con los vehículos diésel, es posible recorrer largas distancias sin problemas (hasta 800 km en el caso de los camiones).
  • Tiempo de repostaje corto: Un camión puede repostar completamente en menos de 15 minutos. Esto es mucho más rápido que cargar grandes baterías y permite una planificación flexible de las rutas.
  • Sin restricciones de carga útil: el bajo peso de los componentes de H2 garantiza que la carga útil no se reduzca significativamente en comparación con los camiones diésel.

Los vehículos de hidrógeno (vehículos de pila de combustible) sólo emiten vapor de agua durante el trayecto. Con el hidrógeno ecológico se puede ahorrar hasta un 90% de emisiones de CO2 en comparación con los camiones diésel, desde la producción del combustible hasta el funcionamiento en carretera ("del pozo a la rueda").

El uso de una estación pública de repostaje de hidrógeno supone, sobre todo, un considerable ahorro de costes para las empresas. No tienen que realizar inversiones propias para la construcción y explotación de una estación de repostaje de hidrógeno en sus instalaciones.